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Marcela Urrea

Etiqueta: Salud mental

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Letras Para el Alma

“Ego”, supe que se llamaba

La vulnerabilidad tan detestable y tan tierna en su fragilidad.

Yo me imagino un guerrero fornido, su piel brilla por el sudor al haber escalado un monte empinado al que se propuso subir con un objetivo que ya cumplió…

“Ese guerrero no es vulnerable “- pienso

“no lo es en este instante” – me corrijo como un consuelo ridículo porque en este momento soy todo menos ese guerrero fornido…

Soy la vulnerabilidad encarnada… Mi piel también está húmeda, pero de lágrimas, y todo lo que logró proponerme y cumplir en este instante es sobrevivir.

Detestable y tierna…

Toda mi humanidad se aferra de las paredes y busca desesperada un ancla para no divagar en la infinita y profunda tristeza.

Vuelvo a los ojos del guerrero; se encoge frente a mí, limpia el barro de mis pestañas, corre mi pelo fuera de la cara, extiende su mano sudorosa, me contempla y una lágrima legítima y valiente sale de sus ojos.

!Es vulnerable! – Me digo- ¡también lo es!

Ambos heridos en partes tan diferentes, ambos lidiando con estas heridas de una manera tan diferente…

Me acurruco en los brazos del guerrero; “ego”, supe que se llamaba.

Me permito desplomarme porque esta vez, él lo hace con el mismo ahínco … Somos dos pedacitos de una misma persona que se han deshecho y que están haciendo maromas para reponerse.

Pequeño guerrero, amado Guerrero, no temas también así sigues siendo deslumbrante, mágico y valioso   

19 de mayo

Habitación 602

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Letras Para el Alma

Punto de giro

Atravesé la puerta.

Esa puerta que no podía cruzar por tantos días y que delimitaba la frontera entre estar en tratamiento a estar camino a la sanación fuera de este pabellón.

Pero en realidad no atravesé la puerta, lo que atravesé fue el espejismo de una mente que sangraba, que estaba herida y  llena de esquirlas que había acumulado en el camino, estaba enferma de una enfermedad que no se ve y por eso parece insignificante, pero que es ardua, espinosa, tremendamente dolorosa e incapacitante.

Atravesé mi lucha por mantenerme inmune, valiente, capaz, infalible.

Atravesé ese afán de resistirme y entender que el plan de Dios puede verse borroso, confuso e inexplicable pero que él no se equivoca y los senderos que nos presenta son para purificarnos, enseñarnos y acercarnos a él… sin cuestionar, sin hacer preguntas necias de las que no necesitamos respuestas sino ser sumisos y avanzar en el camino.

Atravesé la puerta y todo lo demás.

Cuando venía el camillero con la silla de ruedas para llevarme al carro, yo daba saltos (literalmente) y aplaudía (literalmente) , estaba más cerca de ese encuentro con mis hijos con el que llevaba fantaseando tantos días, estaba más cerca de almohada de mi casa, la temperatura de la ducha de mi casa que ya sabía regular… ¡de mi vida!

Me despedí de los demás pacientes con un abrazo cálido, de esos que duran más de 5 segundos, les dejé cartas llenas de colores y palabras de aliento para los días que lws faltaban de este lado de la puerta, ¡celebre! ¡Celebre El regreso a casa! y salí emocionada, empoderada e ilusionada de allí. De ese lugar que me expuso mi lado más más más vulnerable de la vida, del nido del dolor y el alivio simultáneamente, de ese lugar, de ese momento de mi vida que representaba mi PUNTO DE GIRO.

Punto de giro según una profe que tuve en un diplomado que hice hace poco significa: un incidente que afecta de manera directa a lo que sucede en una historia justo después de su aparición. Es un punto en el que la trama se ve obligada a tomar una dirección diferente; es decir, a girar.

Muy bien,  ya pase la puerta, ya tengo la mente, el corazón y el alma dispuesta para empezar este capítulo que sigue después del punto de giro.

¿Ahora que?

Se ríe de mí mí yo del futuro mientras me ve ahí… Tan indefensa y con un arsenal debajo del brazo a la misma vez.

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Letras Para el Alma

23 de mayo

¿ Conocen esa sensación que existe cuando uno se acerca a la meta?

Es un cóctel como de adrenalina, satisfacción, alegría y también un poco de inconciencia. Porque la meta se vuelve tan estridente que se pierde un poco lo atesorado en el recorrido. Haya sido placentero o un poco tortuoso… En todo caso es valioso.

Muy bien, he llegado a ese punto de la carrera donde ya veo a lo lejos la meta, pero todavía me falta lo suficiente de recorrido para ser conciencia de lo que está pasando aquí.

He Hecho las pases con el proceso… He renunciado a la sed de terminar  esta prueba y le he dado paso genuinamente y de la manera más dócil posible al propósito que hay en esto

Para ponerlo en contexto, hoy es el día en que he estado más consciente en los últimos 12 días, estoy con dosis mínimas de medicamentos en el cuerpo. Y conforme se redujo la dosis, empezo a asomarse como un arcoíris tras la lluvia toda la “belleza“ que hay en esto.

He aprendido tanto de mi misma, he aprendido tanto de quienes me rodean, he disfrutado tanto ver como en este espacio cada quien anda ventilando su vulnerabilidad aún sintiéndose seguro y protegido.

He dado abrazos a desconocidos y me he sentido portadora de amor en cada momento.

He tocado con la yema de los dedos mi propósito en la vida.

He descubierto mi talón de Aquiles.

He visto a quienes me aman acompañar prudente respetuosa y amorosamente mis lágrimas y colonizar diagnósticos sin intención de abandonar el barco.

He dejado de resistirme y a partir de ese momento lo que ha emergido es impresionante y emocionante.

Muy bien… Me estoy acercando a la meta y parece que ya casi puedo dar a mis hijos mil abrazos y desatrasarme de los besos que nos debemos… Pero ahora me acerco en calma, disfrutando el paisaje y comprendiendo que cada paso está cargado de propósito.

Ahora volví a mi rol de aprendiz y estoy feliz esta vez.

¡Hasta pronto!.

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Letras Para el Alma

El diagnóstico que legitimó mis lágrimas

Un diagnóstico legítimo mis lágrimas, me liberó del yugo de la inexistente ingratitud para darle paso los síntomas y tratamientos.

Yo atravieso este puente pasando por Todo…

  • Me resisto
  • Me doblego
  • Agradezco
  • Aprendo
  • Me enojo
  • Me rindo
  • Me aplaudo
  • Lloro
  • Me confundo
  • Admito que lo necesito
  • Me entregó el aprendizaje
  • Me paro en la puerta para salir
  • Me obligo a seguir aprendiendo
  • Reviso mi trayectoria… La celebro
  • Me siento junto a alguien que la está pasando mal… Quiero empeñarme para que se recupere
  • Reviso mentalmente mi lista de pendientes, me afano
  • Extraño desesperadamente
  • Me siento vulnerable y poderosa
  • Cumplo una misión
  • Me niego a aceptar esa misión
  • Recibo un vaso desechable pequeñito con dos pastas naranjas, una roja y una blanca, la Enfermera me supervisa como había visto en las películas y cuando las paso con agua sonríe y se retira
  • Comparto con mis compañeros en una salita donde entra el sol pero está completamente sellada con doble vidrio, el tema de conversación es: “¿cuál es tu diagnóstico?, ¿estabas muy dopado cuando entraste? ¿Qué dosis te dieron hoy?”… me río de nosotros mismos y me parece patética y hermosa esa vulnerabilidad al aire libre que se respira entre el pasillo y la habitación.
  • He leído un libro y medio✅
  • He hecho dos piezas de macramé
  • Una terapeuta me entregó un dibujo de un gato y colores para pintar… que simpleza y que paz en tan poco.
  • He tenido todo el silencio y la soledad que no había tenido en años… a veces me parece cómoda, a veces me parece aterradora.
  • He extrañado desesperadamente
  • He extrañado desesperadamente
  • He extrañado desesperadamente
  • He mirado por la ventana con ganas de estar al otro lado de ella…

No soy un diagnóstico, no me define un diagnóstico, mi alma, mi mente y mi ser son mucho más que eso pero al otro lado de Esa puerta que solo se abrirá cuando una orden médica lo apruebe , habrá un humano más consciente de su vulnerabilidad, pero ahora tambien más sana, más equipada, expandida y curiosa por lo que está por venir.

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Letras Para el Alma

Crónica de un recorrido que no quería recorrer. (Escrito hace algunos días, vigente hoy)

El cerebro tiene una potencia que no se puede mencionar ni describir en palabras. Es alucinante lo que puede crear, lo que puede modificar, lo que influye en todo el resto del cuerpo cuando decide no operar al 100%

Llevo varios libros esculcando sus características, sus funciones, (inicialmente como ejercicio para mantener el cerebro de mis niños muy sanitos), cómo se relacionan unas cosas con otras, su hermosa neuroplastisidad, quien hace que allá arriba y como poner en orden ciertas cosas y aprender a liderar la orquesta nos hace más sanos, operantes y ¿por qué no? Felices.

Hoy estoy aquí, en una camilla de unos 80 cm de ancho con una bata que no puedo negar que es linda y dos generosas cobijas para dormir… porque me han dado tannnnnnntos medicamentos para dormir que mientras escribo esto tengo que rebobinar más de una vez para revisar que esté siendo coherente… mi cerebro, la estrellita de esta historia, está fundida.

Me han recetado dormir suficiente, medicamentos que me hacen parpadear más lento y moverme con algo de torpeza… cada que empiezo una oración me quedo dormida a la mitad y solo me consuela pensar que Dios conoce lo que quiero decirle antes de que yo lo diga.

Dudo si venir aquí fue lo correcto, me sentía devastada pero me Sigo sintiendo igual , solo que ahora con más de una docena de medicamentos encima y mis hijos y familia lejos.

En estas últimas horas debo pensar más de tres veces la palabra que voy a decir porque va y se esconde detrás de algún miligramo de remedio y no me Deja atraparla … estoy lenta… tengo ganas de hacer ejercicio, mi cuerpo me lo pide, tengo ganas de salir a ver las hojitas de los árboles moverse, tengo unas ganas absurdas de envolver  a mis bebés en mis brazos pero quiero que me esos brazos estén sanos y sean dignos de ellos.

Me quiero rendir

No Me quiero rendir…

Mi esposo no se merece que me rinda, el Se ha puesto su peto de capitán y aunque le sepa a mierda lo da todo para sacarme De este agujero profundo, maloliente y desalmado que es la depresión.

Me Quiero rendir

No Me Quiero rendir

Me da mucho pesar que las Personas que han luchado Por mí sientan que su lucha no fue suficiente, no les Quisiera causar ese dolor.

Me quiero rendir

No me quiero rendir

Ahhhhhh es que hay un paraíso Tan divino allá Afuera, los Ojitos de mis niños, los brazos de mis papás y mi hermana, la nariz fría de Mi perra, el Pasto húmedo para caminar… todo lo Que Dios ha creado es tan Perfecto.

¿Por qué se empeñan en empañarlo queridos neurotrasmisores?

¿Cómo Vamos a resolver esto sin que haya heridos físicos ni emocionales en el proceso?

Se acaba otro día (el quinto) y no se Reporta mejoría y si una soledad e impotencia infinita.

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Letras Para el Alma

Hagamos una tregua

Querido cerebro…

Hagamos una tregua

Agradezco lo que mis ojos ven, saboreo con extasis lo que mi boca puede comer, contemplo con asombro una puesta de sol, el cantar de un pajarito, ver a una hormiga cargando su hojita a cuestas, me derrito con los ojos de mis hijos, aplaudo la capacidad de mi cuerpo para moverse… realmente aprecio lo que soy, lo que tengo, lo que Dios me da en abundancia.

Pero tú, por tu propia decisión o tal vez porque también así lo quiso Dios como una prueba que debo atravesar… no segregas lo que debes para que yo pueda disfrutar todo eso como debería.

Tú , querido cerebro pusiste un velo que se ha vuelto impermeable y que sabotea mi percepción del mundo, que anestesia mi sentir, que me vuelve lenta , que no me deja reír todo lo que quisiera, que me sugiere ideas salvajes, que me hiere, que me lastima, que me dirige hacia un lugar hostil y tenebroso en que el racionalmente no quiero estar.

Hagamos una tregua…

Pídeme lo que quieras.

Te doy lo que quieras.

Mis manos están llenas de amor para dar, mis pies quieren recorrer caminos infinitos, mi creatividad está sedienta de crear, mi energía revolotea entre la piel y el alma ávida de actividad y aventuras, me explotó de amor, de ternura, de caricias, de brillos y destellos…

¡Libérame!

¡Suéltame!

¡Deja fluir lo que corresponde para que esto salga de esa celda en la  que ha tenido que  Guardarse!

Tengo en frente un paraíso para experimentar y mientras lo veo, como se ve algo que uno desea desde afuera de una vitrina, solo clamo por poder estar adentro porque sé que ya me pertenece pero tú no me dejas tocarlo.  ¡Suelta mis amarras! ¡Te lo suplico! ¡Suéltalas!

Juntos estamos hiriendo, juntos estamos dejando vacíos, juntos estamos dejando pasar el tiempo que no vuelve y yo estoy ansiosa por exprimirlo.

Te lo pido… ¡hagamos una tregua!