49 días
La batalla más larga de la historia fue la Batalla de Verdún que duró 10 meses y en la que murieron más de 700.000 personas.
Al final de esa batalla Verdún fue un símbolo de tenacidad y resistencia francesa.
Pues hoy escribo desde una habitación de UCI en la que he sido espectadora y parte de la tropa de una batalla épica en nuestras vidas.
Los dias han seguido pasando y nos han dado el escenario para pensar, repensar, transformar y deconstruimos muchas veces.
Aquí, algunos frangmentos de estos dias:
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Algo majestuoso está pasando…
No lo vemos, no se muestra, sucede tras bambalinas.
Tenemos la mala costumbre de calificar las situaciones por lo que es tangible, visible… evidente pero se nos olvida, o no sabemos, o obviamos que detrás ellas hay alguien tirando de unos hilos invisibles que dan sentido a la escena mismas.
Lo que NO pasó también fue planeado por Dios, él nos salva, nos acompaña, nos cubre sin que sepamos, porque como no sucede, creemos que fortuitamente somos ajenos al milagro que sucedió sin suceder.
Hay una canción de alabanza que dice “aunque no lo pueda ver estás obrando” y si…
Mi papá tuvo detenido su corazón 7 minutos… ¡siete minutos!
¿Qué hubiera pasado si el médico no hubiera luchado por el? ¿Que hubiera pasado si los equipos no estuvieran disponibles? ¿Que hubiera pasado si la sangre que necesitaban no llegaba a tiempo? ¿Que hubiera pasado si el quirófano no hubiera estado disponible? ¿Que hubiera pasado si lo que pasó no hubiera sido como fue?
Aunque no te pueda ver estás obrando… señor
Día 20 3:00 pm
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Esas ganas de dar un brinco en el tiempo y aterrizar en el momento de la victoria para no padecer el precio por tenerla… cuando el precio por tenerla cala hasta lo más profundo del alma y entra como millones de agujas que estrujan la fortaleza.
Nos levantamos y cuando apenas tomamos una posición cómoda y segura, un ventarrón desalmado viene y nos tumba de nuevo y junto a nosotros la fe se sacude las manos y nos estira el brazo para ayudarnos a parar de nuevo.
La noción del tiempo se pierde y junto a él se van extraviando cosas que antes eran tan naturales. No hay espacio para tomar aliento, uno tras otros vienen los golpes y no hay chance para declararse perdedor porque en este caso lo que se pierde… es la vida.
Dia 26 5:14 pm
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Cuando La vida cuelga de un hilo y el aire se llena de tijeras todo se resignifica.
Todo lo que parecía tan relevante pierde poderosamente su importancia.
Los pitos de los monitores que cuentan que el corazón sigue latiendo y los pulmones llenándose de aire son todo el ruido que nos permitimos escuchar.
La vanidad se extingue,
Los caprichos humanos desaparecen,
No hay ego,
No hay podios,
No hay agendas plagadas de pendientes…
Queda lo esencial: un alma buscando un vehículo que le permita seguir experimentando la vida…
Entonces caemos de rodillas,
Entonces miramos con reverencia la vida que teníamos y no atesorábamos como debíamos,
Entonces el amor reverdece,
Entonces dejamos de posponer,
Entonces saltamos abismos para apreciar de cerca lo que siempre tuvimos y pasamos de largo.
Entonces los recuerdos más dulces nos visitan como una ofrenda que nos da nuestra memoria en forma de golpe seco…
Entonces añoramos y nos arrastramos pidiendo milagros.
¡Seres necios!
Las tijeras siempre han estado en el aire
Y la vida siempre ha colgado de un hilo.
Esa es una certeza.
Podrá ser un simulacro,
Podrá ser definitivo.
Solo el creador y dueño de la vida lo sabe a ciencia cierta.
Pero después de esto, si tu alma sigue siendo igual, eres terreno árido en el que nada podrá nunca germinar.
“Los humanos, en el dolor más hondo, podemos sentirnos confortados si en la pena nos conceden una rebaja menor” dice Héctor abad
“Después de una gran calamidad la dimensión de los problemas sufre un proceso de achicamiento.” Lo dice el mismo autor.
Y ahora ante esta rebaja de pena, de rodillas ante Dios solo damos gloria y alabanza y nos aferramos a lo que tenemos como el único tesoro certero.
Dia 37 11:34 am
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Estoy sentada aquí y puedo escuchar el sonido de unos monitores, como sopla el aire acondicionado más frío de lo que me parece cómodo, a esta hora ya hay silencio y apenas se oyen unos susurros de alguien que pregunta por el estado de salud de su familiar.
Pienso todo lo que he aprendido últimamente, pienso en el propósito que tiene este camino ondulado que hemos recorrido las últimas semanas, fantaseo con el día que nos graduemos de esto y atravesemos la puerta para volver a nuestra realidad que ahora, aunque no sea perfecta será vista con unos ojos nuevos donde cada cosa tiene un valor diferente.
Cada semana varias personas mueren al rededor nuestro; hemos visto como sus familias amontonadas en un rincón de este piso se abrazan y lloran desconsoladamente; hemos visto al interior de la uci al personal médico correr para salvar una vida y hacer esfuerzos invisibles para muchos para devolverle el vehículo a un alma que todavía no quiere partir; hemos escuchado un monitor estruendoso pitando como si fuera un alarido y luego shhhhh todo es silencio, “hora de la muerte: 7:53” … que frágil es la vida, que inverosímil es la certeza de estar vivos.
Empieza a hacerse más valioso lo sutil, lo simple, lo delicadamente imperceptible…
Oigo a mi papá respirar en este momento, veo su abdomen subir y bajar cuando el aire entra y sale de su cuerpo, ya no está tan lleno de cables y aparatos que lo mantienen vivo…
Que lección tan grande, tan intensa, tan profunda, tan dolorosa, tan inundada del amor de Dios.
Dia 40 10:30 pm
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«Las personas son como ventanas de vidrio. Brillan cuando sale el sol. Pero es solo cuando llega la oscuridad cuando vemos su luz interior y lo sorprendente que son.»
Elisabeth Kubler-Ross.
¡Eres sorprendente papá!
Día 49 10:26 am