47 cuadernos
En mi cuarto útil hay 47 cuadernos, agendas, libretas y dos paquetes de papelitos recortados llenos de letras, de historias, de cuentos, de poemas y de pedazos de mi vida dan testimonio de cómo las palabras me han salvado en más de una ocasión.
Desde que me acuerdo escribo. A los trece años amanecía sentada al lado de mi cama, apoyando en el colchón el cuaderno y dejando todo lo que sentía, imaginaba, me emocionaba, me cuestionaba, me dolía o visualizaba en las palabras.
Escribía para depurar, para tener el mundo que soñaba entre renglones, escribía como escape y como paraíso ️ siempre he encontrado en las palabras un mundo infinito que me complace recorrer.
Releer cada frase me presenta el camino que he recorrido, me honra, me reta.
Las letras… las palabras… las frases y las historias que construyen toda una vida, que se apropian de vidas ajenas para descifrar lo qué pasa en ellas, que se conmueve y se mueve hacia donde una brújula imaginaria le indica que puede servir.
Por alguna razón que aún desconozco siento que si estás aquí es porque a ambos nos gusta ese olor a cuaderno nuevo, a borrador de nata recién desempacado, a renglones por escribir.
Pues… vamos por eso porque como suelo repetirme en todos mis comienzos… «no tengo mucho para pedir; pero si TODO para dar”
En este lugar vas a encontrar ropa hecha con amor, palabras escritas con el alma y pedazos de una mujer que sueña que una de esas cosas te nutran el corazón.
¡Gracias por estar aquí!